
Pone en mi perfil de Twitter que soy “Escritora creativa de mente inquieta”, y si lo dice una red social, debe ser verdad. Así que, así me presentaré ante el mundo.
Olga es Entelequia y Entelequia es Olga. Somos dos seres indivisibles, dos mitades de un mismo ser. Uno habla y hace tareas diarias y la otra escribe y divaga en mundos imaginarios.
A veces se entremezclan y no sé si he tomado el té con Nietzsche o si le soltado un discurso sobre lo justo, lo bueno y lo bello al tendero de la esquina.

La palabra ha sido desde siempre mi hábitat natural, desde que tengo memoria, o puede que incluso desde antes, he plasmado en papel mis más profundos sentimientos, cuestiones y reflexiones sobre la vida y el ser. (Soy filósofa, no podría ser de otra manera).
El lugar donde siempre me he sentido más cómoda es en la metáfora, tanto que a veces pienso que yo misma soy una. (Soy poeta, no podría ser de otra forma).
Mi comida favorita es el arte, devoro cine, fotografía, literatura, pintura y música sin mesura.
Para mí, la capacidad de sorprendernos es directamente proporcional al ánimo de aprender, y en ese sentido sigo siendo una niña curiosa y con hambre de conocimiento.
Ahora, y gracias a la experiencia y al trabajo duro, uno mis mundos y uso la palabra como modo de vida.
Soy lo que hoy en día se conoce como Copy, aunque a me gusta más definirme como Escritora, Redactora Creativa, Correctora de Textos y Analista de Escritos.

Mi capacidad de aprendizaje y documentación no conoce límites. Trabajo con minuciosidad, orden y delicadeza, desgranando lo que tenga entre mis manos hasta lo más profundo de su esencia para que el resultado sea el mejor posible.
Esta soy yo y aquí está todo lo que puedo hacer por ti. Me gustaría ayudar y aportar mi valor a tu empresa, proyecto, identidad o marca.
En definitiva y más allá de todas esas manidas etiquetas: soy humana (demasiado) por vocación y amante por devoción.
Y yo puedo escribir la verdad que tú necesitas.
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